domingo, 11 de noviembre de 2007

Separata especial: El molino quemado (segunda parte)

El profesor Omar Moreira, nos permitió acceder a su libro sobre el Molino Quemado y allí pudimos completar un poco más esta historia llena de misterio y eventos sin resolver.
En su libro el profesor hace un seguimiento pormenorizado de la historia de la zona, de los dueños del molino y todo lo que esta relacionado. Con fechas y traslación de documentos históricos e información periodística. En el mismo leemos sobre la muerte de Elisa por el caballo, según el acta de defunción. Y sobre el suicidio de Adolfo, que no termina de cerrar como tal. También desarrolla todos los eventos que tienen que ver con el conflicto que existe entre el dueño del molino, Luis Vigny, y los miembros más influyentes de la región. En la prensa de esos días, hay documentación sobre muchos aspectos de ese conflicto. Poco tiempo antes del incendio se llevó a cabo un pedido de destitución del Teniente Alcalde Luis Vigny, el dueño del molino. Uno de los motivos principales del desencuentro era el peaje que cobraba sobre el puente de la represa. Eso aparentemente genero una fuerte campaña de prensa contra su persona. Luis Vigny, tenía buenos contactos en Montevideo y estaba vinculado con ciertas esferas del gobierno y el comercio, especialmente el francés. Había logrado que los vecinos de Colonia Suiza firmaran un pedido a su favor para la donación de $500 de parte del gobierno departamental para la instalación del molino y el puente. Había conseguido ser nombrado Teniente Alcalde, luego de ser comisario. Había recibido autorización para cobrar peaje sobre el puente, por medio de una ley.
Una campaña periodística muy dura en su contra, el incendio del molino, la muerte primero de la mujer del molinero y luego el suicidio, no muy claro del mismo, ayudan a que Vigny ante todas esta adversidades renuncie a la alcaldía y comience un juicio contra los dirigentes de la Colonia Suiza. Todo sucede en un clima enrarecido por exceso de sospechas, pasiones, interrogantes, intereses y recelos. También en el libro figura la información de una novela publicada en 1920, por entregas, en el diario El Plata. Escrita por un periodista llamado Antonio Soto con el seudónimo Boy, ilustrada por Radaeli. Según Omar Moreira, esta novela tiene escasos puntos de apoyo en la realidad. Y es una intriga muy rica en sospechas y secretos. Con un confuso entramado de personajes mezclados en problemas económicos y sórdidos amoríos, no exenta de cierto grado de truculencia. En la misma se hace mención a la muerte del capataz con un disparo en la nuca “mal simulando un suicidio”. La novela termina de este modo: “A la una de la madrugada era absoluta la soledad de todo aquello. Fuera de la casa, las últimas llamaradas del incendio y la humareda flotando sobre las cuchillas; dentro, el cadáver del buen molinero siempre igual, en su silla, de espalda a la puerta, la cabeza durmiendo eternamente sobre el brazo, el papel y la tinta delante para pedir un poco de justicia, las velas en las botellas del alegre Borgoña y las luces balanceando la sombra del difunto en las paredes del aposento. Nadie ha sabido jamás que en aquella ausencia total y indescriptible hubo un fantasma blanco que primero vagó por las lomas y que más tarde fue a detenerse frente a la puerta de la casa que los últimos visitantes habían dejado abierta.”
Todo lo que sucedió, más las interrogantes que quedaron sin responder, se vieron entonces mezcladas con la ficción y eso, según Omar Moreira, dio inicio a la leyenda del Molino Quemado. Lo cierto es que el lugar tiene todo lo necesario para seguir siendo un referente de nuestro patrimonio histórico, cultural y porque no, fantástico.

1 comentario:

Anónimo dijo...

sin lugar a dudas, apra los q hemos estado alli, el molino quemado resulta de uan misterio y atraccion sorprendente.. y uno tiene la sospecha de estar siendo observado poral historia. Muy buena informacion , beso pipi